viernes, 16 de abril de 2010

Reseña del escrito "El azar" por Rafael Barrett

Rafael Barrett fue un escritor español reconocido por sus cuentos con alto contenido filosófico sobre múltiples temas que en aquella época afectaban a la sociedad. Una de sus obras más reconocidas fue el pequeño cuento “El azar” en el cual se mencionaba que las catástrofes ocurrían por causa de aquel ente.
En el cuento de Barrett, el azar que era el ente que regia el mundo, fue desplazado cuando el hombre llego a la tierra y el azar fue desplazado, pero en ese desplazamiento, aquel ente dejo una estela llena de desgracias que podían ocurrir en cualquier momento. Si bien, la naturaleza del escrito es algo mítica, el contenido filosófico es totalmente acertado, pues a aúllas catástrofes inesperadas se le llama azar y como lo menciona Barrett, están implícitas en el mundo.
Posteriormente, en el escrito se menciona que el azar empieza a coger fuerza de nuevo cuando el hombre decide retirarse gracias a los desafortunados eventos que desencadeno el azar y en ese momento, este volvió a regir el mundo. En efecto, cuando algún evento inesperado ocurre, el impacto social y emocional puede desalentar a los hombres, ocasionando que la situación empeore, pero cuando es superada esa situación, el azar vuelve a esconderse esperando a desencadenas otro evento negativo.
En conclusión, el azar es un concepto que, más que irreal y mítico, está totalmente implícito en la vida diaria, pues esa incertidumbre que ocasiona el hecho de no saber qué sucederá después, esta siempre ahí y el ser humano aprendió a lidiar con ella a través del tiempo llegando al punto de creer que la puede manipular, pero como lo mencione anteriormente, el azar es el efecto de lo inesperado, y como inesperado, jamás podrá ser manipulado.

Reseña del escrito "Azar y necesidad en la historia" por Guillermo Francovhich

Gullermo Francovich fue un filósofo boliviano nacido en Sucre en el año de 1901. Fue pionero en proponer un cambio de pensamiento en todo Iberoamérica, un pensamiento crítico que se alejara de devenires del destino, pues en aquella época, las personas no planeaban muy bien lo que hacían sino que dejaban todo al azar. Es en ese punto donde se desarrolla la tesis de su escrito “El azar y la necesidad en la historia” pues dice que cada hecho tiene una causa real.
Casualidad o causalidad. Un motivo de discusión casi permanente entre filósofos, teólogos y físicos. Una es la antítesis de los otros; irreconciliables conceptos que, de una manera u otra, rigen nuestra vida y nuestros actos. ¿Por qué nos pasa lo que nos pasa? Desentrañar este misterio equivaldría a echar un vistazo a la esencia misma del Universo, un sistema en el que se cree que reina el caos, más allá de las leyes fundamentales que lo rigen.
Todo está predestinado: lo que tiene que ser, será, y no se puede escapar al destino, arguyen unos. Las cosas ocurren por azar: es el único Dios que nos gobierna, aseguran otros.
Sin embargo, ni unos ni otros disipan ciertas dudas. ¿Por qué ocurre que, por ejemplo, alguien piensa en una persona a la que hace mucho tiempo que no ve y ese mismo día recibe una llamada de ella? ¿O que el colectivo, que a último momento decidió no tomar, minutos más tarde sufrió un accidente de tránsito?
Todo lo anterior responde afirmativamente a la pregunta de ¿existe realmente el azar?, pero según Francovich, es un total desacierto pensar de esa manera, pues asegura que todo tiene una causa natural y lo único que existen son casualidades. Contrario a lo que dice el filósofo boliviano, aunque es verdad que todo tiene una razón no tan mística como algunos creen, el azar representa no tanto al destino, sino a la incertidumbre que se crea al no saber que viene luego.
El azar que al común de la gente tiene más preocupada es el que refiere a los juegos, de los cuales se cree que al hacer una apuesta y acertar en la predicción, se tuvo "suerte".
En el juego de azar no hay muchas reglas para participar. No se puede planear una estrategia para ganar. Para el hombre, la única variable que interviene es la suerte. Pero en realidad esa "suerte" engloba una cantidad enorme de variables que no se tienen en cuenta, las cuales hacen que la esa suerte desaparezca y que la física tome parte en el caso. Cuanta más "suerte" se necesite para ganar un juego más variables están actuando para determinar un resultado. Cuanta menos "suerte" rija sobre los resultados más de uno hay que poner para ganar.
Pero discrepando de nuevo con el autor, cuando hay posibilidades, que es lo que hace ¿que se seleccione solo 1 en particular de las miles que puede haber en un juego? O ¿Qué es lo que hace que en un momento determinado un fenómeno físico cambie totalmente el resultado de las posibilidades? Es a eso a lo que se le llama suerte, que aunque no se vea ni se pueda tocar, existe, que como los sentimientos, solo se percibe.
Es por eso que cuando ocurren eventos inesperados se acude al azar o a la suerte porque, aunque todo tiene explicación física, son esos dos factores los que generan que ocurra una situación entre tantas y aclaro, el azar y la suerte están relacionados en cierta manera con el destino, pero son conceptos totalmente diferentes, por eso en vez de decir que el azar o la suerte no existen, es más conveniente asegurar que es el destino el que está mal concebido ya que nada esta determinado que suceda antes que pase.

viernes, 9 de abril de 2010

RESEÑA DEL ESTUDIO CLINICO “LUDOPATIA” TOMADO DE LA URL http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVrevistas/spmi/v20n2/pdf/a06v20n2.pdf ESCRITO POR ALAND BISSO



Aland Bisso es un médico internista peruano, especializado en patologías mentales que afectan el comportamiento de los seres humanos. Sus estudios se basan generalmente en como dichos comportamientos inciden de manera drástica en el aspecto físico del afectado y también en su entorno social, razón por la cual, escribe un informe detallado y ejemplificado de los efectos que tienen sobre las personas los juegos de azar desarrollando una enfermedad patológica llamada Ludopatía. El informe se basa en casos de personas reales que sufren de dicha enfermedad, que usa para sustentan las teorías que indican que la patología degenera progresivamente a la persona dejándola deshecha y en condiciones infrahumanas que el mismo sujeto decide acoger como si no le afectaran en lo absoluto, todo con el fin de saciar su hambre de juego.


Bisso comienza su escrito describiendo rápidamente en qué consiste la Ludopatia facilitándole al lector la compresión del texto. Posteriormente toma como un ejemplo claro el caso de la señora Carmen JS, el cual dice que esta persona que vivía sola, al notar que después de finalizar sus quehaceres, terminaba con mucho tiempo libre y decide ir al casino después de las 5 para entretenerse un momento. Al ver que la mayoría de veces ganaba, decidió apostar más frecuente, pero a su vez, sus ganancias fueron disminuyendo, lo que genero en ella una actitud desenfrenada por querer burlarse de la suerte o del azar y causo en ella un deterioro tanto físico como mental y social. Ciertamente es esta enfermedad algo que puede afectar a cualquier persona, como se vio en el caso de la señora Carmen JS, por lo cual es totalmente justificada la manera como el médico usa ejemplos para reforzar el peligro que representan los juegos de azar para desarrollar una ludopatía crónica.


Bisso continua su escrito aludiendo a casos históricos, aclarando así, se veía desde los tiempos antes de Cristo, donde las personas presentaban cierto tipo de ludopatía que causaba en los que la padecían, trastornos neuronales tales como nerviosismo y pesadillas, con lo cual, el médico se abre paso para sugerirle al lector ciertos cuidados y advertencias sobre cómo debe manejar una situación de este tipo y al final sugiere que en lo posible, se eviten los juegos de azar ya que nadie está exento de quedar en las manos de esta peligrosa patología y aunque muchas personas no aprueben esta postura (llámese casino o llámese jugador) es de vital importancia seguir los consejos del Dr. Bisso porque está comprobado, no solo por él, sino por toda la comunidad médica, que la ludopatía es tan dañina como un cáncer.





Luis Felipe Salazar